El mejor momento para disfrutar de Haro

En las viejas calles del barrio antiguo de Haro, unos jóvenes con unas evidentes copas de más cantan a altas horas de la noche. No es fácil adivinar si celebran algo o si lloran alguna pena porque en esta ciudad, capital de la Rioja Alta, todo se celebra de la misma forma desde hace siglos: con un buen vino.

Haro

Haro

Haro es el lugar ideal para acercarse a la cultura del vino, a la Rioja Alta y a sus famosas bodegas. En esta región se produce más del 42 por ciento del viñedo de Denominación de Origen de Rioja, con tres variedades: blanco, tinto y rosado. Docenas de bodegas, entre ellas algunas de las más renombradas del país, se concentran en la ciudad y en sus pueblos aledaños. Algunos de ellos son completamente desconocidos entre los turistas convencionales pero muy simbólicos para los amantes de los buenos vinos. Los aromas del vino nos acompañan por nuestro recorrido por Cuzcurrita, Sajazarra, Ollauri, San Asensio o Baños del Ebro.

Viña Tondonia

Viña Tondonia

Haro es ciudad fronteriza, entre Álava y La Rioja, y entre dos ríos, el Tirón y el Ebro. Esta situación privilegiada le ha dado muchas ventajas desde hace milenios, haciendo de ella un centro comercial por naturaleza. Mansiones, iglesias y bodegas comparten protagonismo en las calles de Haro. El vino es el gran tesoro de esta rica ciudad riojana y hasta parece empapar las piedras de las vetustas calles y plazas de su casco antiguo. La Herradura está siempre animada con la gente que acude a tomar unas copas. Poco puede hacer Santo Tomás para vigilar los abusos que los jóvenes del pueblo y los visitantes ocasionales hacen de esta noble bebida, a pesar de alzar su esbelta torre en medio del barrio. Las mansiones que la rodean también deben su existencia al buen vino de Rioja, como el Palacio de Paternina, de los siglos XVII y XVIII y de estilo renacentista, el de los condes de Haro, barroco, el de la Cruz o la casa de las Bezaras. De la Iglesia de Santo Tomás, construido entre 1499 y 1613, es imposible no destacar su maravillosa portada plateresca, magníficamente decorada con esculturas y bajorelieves que le confieren el aspecto de un retablo.

Haro-Iglesia de Santo Tomas

Haro-Iglesia de Santo Tomas

En la cercana plaza de la Paz, con soportales en dos de sus lados, se encuentra el elegante Ayuntamiento neoclásico, construido por Juan de Villanueva en 1775. A los de Haro se les conoce como jarreros, y por ello en el interior del Ayuntamiento se conserva un jarro que hace alusión a este apelativo. La historia ha dejado otras huellas del pasado en la ciudad, como la Basílica de Nuestra Señora de la Vega (s. XVII) rodeada de jardines y dedicada a la patrona de la ciudad, pero no tendría demasiado sentido una visita turística a la ciudad si no fuera por sus bodegas.

Haro-Ayuntamiento

Haro-Ayuntamiento

El itinerario del vino puede comenzar en la calle Cuevas, donde estaban los viejos almacenes del vino y donde aún queda una bodega con mucha solera, para proseguir con una visita a la antigua fábrica de alcoholes en un edificio neomudéjar de ladrillo construido en 1918. Ahora las bodegas están situadas cerca de la estación de ferrocarril, un barrio que merece la pena recorrer para descubrir la arquitectura de fines del siglo pasado y comienzos del actual y también para visitar alguna bodega concertando cita previamente. Allí se encuentra también la Estación Enológica, un edificio de singular arquitectura que cobija unos laboratorios y una didáctica exposición sobre el vino de Rioja.

Bodegas Muga

Bodegas Muga

Desde Haro hacia el oeste, nuestra ruta del vino nos lleva al pueblo amurallado de Sajazarra, a 7 kms, presidido por un castillo de fines del siglo XV perfectamente restaurado y con un conjunto de edificios de sillería de los siglos XVIII-XIX. Hacia el sur, a otros siete kilómetros (14 desde Haro) está Cuzcurrita del Rió Tirón, una pintoresca villa situada al pie del monte Bolo, con uno de los castillos mejor conservados de la Rioja y un armonioso conjunto de estrechas calles bordeadas de caserones de piedra.

Sajazarra

Sajazarra

Hacia el Este la ruta de las bodegas nos conduce a Ollauri y a San Asensio, una población famosa por su vino clarete en la que abundan las pequeñas bodegas, los cosecheros y las cooperativas. Su iglesia es del siglo XVI, algo anterior a la mayor parte de sus casas señoriales de tres plantas, con escudos, rejas y balcones, que datan en su mayor parte del siglo XVII.

San Asensio

San Asensio

Si se llega a San Asensio en septiembre, durante las fiestas patronales lo más normal es salir empapado en vino. Es casi imposible no participar en su “batalla del vino clarete”.

Batalla del Vino Clarete

Batalla del Vino Clarete

Nuestra ruta termina en Baños de Ebro una población de origen romano, que ha hecho de sus bodegas su mayor atracción turística. .

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Redacción

Autor: Redacción

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