Citroën Grand C4 Picasso

Ya lo decíamos cuando probamos el nuevo  Picasso de 5 plazas. La experiencia es un grado. Ahora que hemos probado el Citroën Grand C4 Picasso, no podemos más que reafirmarnos en lo dicho.

Esta nueva ganeración del C4 Picasso se adorna con un avanzado soporte tecnológico y, sobre todo, juega a innovar en la forma y la cantidad en que estos adelantos se distribuyen en apartados como la seguridad, el confort y las comunicaciones. Sólo por citar tres a modo de ejemplo: los cinturones se ajustan de forma automática una vez que los hemos abrochado. En el asiento del acompañante se puede montar como opción un reposapiés regulable y la conocida función masaje o, la instrumentación totalmente digital permite un enorme número de posibles personalizaciones que incluyen hasta fotos como fondo de escritorio.

Estos son detalles nada desdeñables. Se supone que pocos vehículos son tan indicados como un movolumen de 7 plazas para largos o muy frecuentes desplazamientos. Incluso los recorridos diarios para llevar, por ejemplo, a los niños al colegio, se convierten, gracias a todo este innovador contenido tecnológico, en seguros, confortables e incluso entretenidos momentos. Todo no consiste en llevar a la gente menuda “atontada” frente a una pantalla de DVD a diario, pero si transportarla con la enorme seguridad que nos proporcionan los últimos avances en materia de control dinámico del vehículo.

La versión probada se correspondía con lo que habitualmente se denomina ” todo incluido”. Los elementos que influyen en el refinamiento embarcado: asientos de cuero, regulaciones eléctricas, llave automática, portón de apertura eléctrica, etc, etc, se completa con el indicador de la distancia de seguridad, control del ángulo muerto, sistema de mantenimiento de carril, cámara de control trasero y por supesto ESP con un sofisticado control de tracción, por solo mencionar los más importantes.

Interior avanzado pero con distribución clásica.

La disposición de los asientos en el habitáculo es convencional. Dos grandes butacas delante, cómodas y con excelentes dimensiones, y tras cinco más pequeñas atrás, que sólo pecan de quedarse un tanto pequeñas si son utilizadas por adultos. Todas las banquetas traseras son practicables de forma independiente, las dos posteriores se esconden bajo el suelo del maletero, mientras que la fila central puede configurarse de forma independiente. Cada banqueta es independiente y puede recogerse  si se necesita. Por último mencionar que el acceso a las dos plazas de la tercera fila no es muy cómodo y su altura es también limitada, por lo que dos adustos no irán muy cómodos, aunque cada vez se afina más en este sentido. Si sólo necesitamos cinco plazas, disponemos de un buen maletero de 645 litros.

El aspecto y los innumerables detalles que encontramos en cada rincón, nos sirve  para emitir un juicio totalmente positivo. Hay huecos por todos lados, que nos sirven para llevar perfectamente estibados todos los objetos que habitualmente transportamos. Botellas de agua de distinto tamaño, botes refrigerados, utensilios electrónicos, etc, tienen sitios especiales distribuidos por todo el interior.

Sin embargo, y con ser este aspecto de lo más importante en un monovolumen clásico, no es para nosotros lo más destacable. Sin duda por su comportamiento dinámico se coloca en uno de los lugares de privilegio de su segmento.

A pesar de su longitud, es un vehículo ágil, estable, no balancea en exceso y en todo tipo de trazados muestra una más que excelente velocidad de paso por curva, lo que se traduce, cuando nos movemos a los cruceros habituales, en unos margenes de seguridad enormes. Nos gusta la calidad en los apoyos, aunque las suspensiones, y en concreto la amortiguación podía ser un poco más eficaz y realizar su trabajo con mayor calidad. Sin embargo, está a buen nivel, lo mismo que la dirección, rápida en cuanto sólo le insinuamos por donde queremos, y fiel a la hora de ejecutar nuestras órdenes. El cambio no nos ha gustado tanto. Ha mejorado mucho el cambio pilotado, pero le queda un buen trecho si pretende rivalizar con los modernos de doble embrague. Sigue marcando en exceso los cambios de marcha, lo que provoca movimientos hacia delante y hacia atrás de los ocupantes,  aunque arrancar en cuesta es ahora mucho más fácil. Conducir utilizándolo de forma manual, levantando el pie del acelerador cuando cambiamos de marcha, puede ser una solución para mejorar el confort.

A todo esto al Grand C4 Picassole acompaña un excelente sistema de frenos y la utilización con generosidad de los sistemas de control dinámico y, como hemos comentado, avisos de lo que sucede alrededor de nosotros o si no mantenemos la trayectoria definida.

En resumen, este Grand C4 Picasso se coloca por derecho propio a la cabeza de su segmento. Es con seguridad el más moderno y completo de su categoría. Esta unidad de pruebas nos muestra hasta donde se puede llegar, y podemos decir que muy lejos, aunque también debamos tener en cuenta que estamos ante una versión que con todo nos sale patéticamente a precio de coche Premium.