Prueba Dacia Sandero Stepway dCi 90 CV

Las dificultades económicas que vivimos hacen progresar  vehículos que en otra situación tendrían una demanda más bien marginal, quedándose únicamente  como modelos para mercados emergentes, pero nunca se alzarían a las primeras posiciones de las ventas en países desarrollados.

Este es precisamente el caso de Sandero, que ha comenzado el año con resultados comerciales extraordinarios, situándose en la actualidad muy cerca de los diez primeros, con subidas de ventas de más del cincuenta por ciento. Los precios llamativos de las campañas puntuales, aprovechándose también del plan PIVE, y una reducción de la dotación hasta extremos inusuales en España, han propiciado este nivel de ventas.

Esta versión que probamos tiene el acabado especial Stepway, que incluye algunos adornos en la carrocería y dispone de una mayor altura libre de la carrocería, lo que en teoría le permite acceder y desplazarse por pistas con bastantes garantías.

Sin embargo es un Sandero con todas las consecuencias, para lo bueno y para lo menos bueno. Su relación precio-prestaciones-practicidad es algo menos brillante que en su hermano convencional, por su mayor precio. Sin embargo, sigue mostrando una habitabilidad extraordinaria y al utilizar el motor 1.5 dCi de Renault de 90 CV, se muestra especialmente dotado para viajar con unos consumos muy reducidos y un buen nivel de prestaciones

Sorprende también su excelente presentación y los materiales empleados, mucho mejores en todos los sentidos de lo que puede esperarse de un vehículo de su precio. No es muy rácano en la dotación, aunque tampoco podemos esperar que sea generoso. El aire acondicionado es opcional, lo que sucede es que esta opción, por 350 euros, lo mismo que otras, esta también muy ajustadas de precio.

En carretera anda lo suficiente y repetimos, con un motor que volvemos a clasificar como el mejor de su segmento en todos los sentidos.

Puestos a circular por terrenos virados, tiene un  excesivo balanceo y sus blandas suspensiones limitan bastante los apoyos firmes y continuados, pero tampoco es cuestión de pedirle imposibles y sobre todo esperar tarados de suspensión que comprometan el confort de marcha.

El Sandero Stepway se postula como una opción racional e inteligente y en este caso en concreto, no exenta de cierta personalidad, si lo que queremos es mejorar nuestra movilidad pero sin emplear demasiados recursos económicos.

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