Prueba Chevrolet Trax 1.7 AWD LT

Estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo segmento dentro de la categoría del los SUV. Los modelos de pequeñas dimensiones no es que no existiesen, pero estaba muy poco representada. Ahora la necesidad obliga y este tipo de modelos se prodigará mucho más y, sobre todo, contribuirá a que el segmento de los SUV de revitalice, ya que no está pasando precisamente por sus mejores momentos comerciales, debido a sus elevados precios.

El Chevrolet Trax es un ejemplo aventajado de lo que debe ser un SUV, pero además, y gracias a sus dimensiones recortadas pero al mismo tiempo suficientes creemos, se convierte en un vehículo eficiente y también mucho más ecológico que sus hermanos mayores.

Uno de los apartados que más nos ha gustado ha sido su especial estilo. Es bonito, con la apariencia justa que esperamos en un SUV y en directo proporciona una imagen mucho más atractiva que en fotografías.

Este será indudablemente uno de los aspectos más a tener en cuenta y que justifica ya por si solo el previsible éxito de ventas de este modelo. Pero cuando abrimos las puertas, nos encontramos con un interior bien pensado y mejor llevado a la práctica. La versión 1.7 diésel de 130 CV de potencia es bastante dinámico y muy fácil de conducir. Sólo le criticamos la rumorosidad de su motor, que se filtra con rotundidad en el interior y preside todos sus movimientos. Seguro que su tamaño y la escasez de aislantes por este motivo, tiene algo que ver.

Sin embargo, el motor tiene muy  buen comportamiento en general. Es elástico, nos permite circular a cruceros más que razonables y sus prestaciones y consumos son especialmente brillantes. Llega a los 100 km/h en sólo 9,4 segundos y consume, según su ordenador de abordo  5,8 litros, lo que no está mal, ya que la prueba discurrió por autopista limitadas a 130 km/h y por numerosos tramos de montaña. La postura de conducción es muy buena y los asientos nos recogen lo suficiente, aunque el Trax no tiene un balanceo muy marcado por cierto.

Hay que tener en cuenta que la versión tope que hemos probado es quizás excesiva. Muy completa y con tracción integral, lo que seguramente no será necesario en la mayoría de los casos. Con sólo eliminar la tracción a las cuatro ruedas podemos ahorrar 2.800 euros.

Nos han gustado mucho diversos elementos de su equipamiento de serie, como el enchufe de 230 V, que nos permite recargar todos los artilugios que habitualmente llevamos, como el portátil o el teléfono. Como hemos comentado el acabado de esta versión LT es muy generoso, con cámara de visión trasera, volante de cuero, control de descenso y el asiento de copiloto abatible, a sumar al resto de elementos de los otros dos acabados LS y LS+, que incluyen aire acondicionado, sensores de luces y aparcamiento trasero, conexión Bluetooth,o hasta 6 airbags entre otros.

En resumen, El Trax está llegando ahora a nuestro mercado y seguro que contribuye a animar de forma notable el segmento en el que se inscribe. Estamos ante un segmento que reúne a un tipo de vehículos que son de dimensiones bastante recortadas para lo que se estila, muy prácticos, versátiles y funcionales, que tienen una excelente habitabilidad, son bastante económicos de adquirir y, sobre todo, mucho más lógicos en sus principales planteamientos.