El modelo insignia de Bentley se quita la capota y lo hace a lo grande, como no puede ser de otra manera en un modelo de esta marca.
Se trata del descapotable de cuatro plazas más rápido del mundo, con una velocidad máxima de 325 km/h.
Bajo el capó se esconde un motor V12 de 6 litros y 625 CV y doble turbocompresor.
Una caja automática de ocho velocidades, tracción total y la suspensión mejorada permiten una conducción precisa y suave a la vez que disfrutar de una enorme potencia bajo el pie derecho, con una aceleración de 0 a 100 en 4,4 segundos, y todo ello habiendo conseguido reducir en un 15% el consumo de combustible.
Su estilo es único, y puramente Bentley, con unas llantas de aleación de 21 pulgadas Speed diseñadas en exclusiva para este modelo, la rejilla y entradas de aire frontales cromadas y grandes tubos de escape. Si lo unimos al pulcro interior, todo el hecho a mano, vemos ese estilo que refleja lujo con la máxima intensidad, pero también lo combina con una discreta deportividad.