Honda CR-V

Después de 17 años fabricándose y de 5 millones de unidades vendidas, Honda lanza la cuarta generación de su SUV estrella CR-V, considerado  como el pilar de la marca japonesa en Europa. Se ha trabajado en varias  direcciones: eficiencia, aerodinámica, economía de combustible en resumen;  confort de marcha y conducción, funcionalidad y seguridad.

El nuevo CR-V pretende aprovecharse de la tendencia actual del mercado de SUV, en el que bajan  los de gran tamaño y suben los compactos y las versiones 4×2, que ya representan el cincuenta por ciento de las ventas. En este  sentido, Honda ofrece en esta nueva generación una versión únicamente con tracción delantera con el motor de gasolina.

Este nuevo CR-V es un coche global para Honda, pero se han trabajado las suspensiones para adecuarse a los gustos europeos, revisando sobre todo el eficaz eje trasero multibrazo. El sistema de tracción también se ha retocado, buscando que el paso de tracción adelanta y atrás en función de la adherencia de cada uno sea más rápido.

La carrocería mantiene prácticamente la longitud, pierde 30 mm de altura y gana 65 litros en el maletero, llegando hasta los 589 litros. En el interior destaca sobre todo la facilidad con que se retiran los asientos posteriores. Sólo es necesaria una mano para convertir el coche casi en una furgoneta.

Sólo dos motores

Se ofrece con dos motores, el dos litros de gasolina de 155 CV y el eficiente diésel de 2,2 litros y 150 CV. En total se ha disminuido en un 12 por ciento el nivel de emisiones de CO2 a base de perfeccionar sistemas como la dirección, que ahora tiene asistencia eléctrica. En general llevara cajas de cambio manuales de 6 relaciones, pudiéndose montar una caja automática pero sólo en las versiones 4×4. El motor diésel siempre va unido a la tracción integral.

No se tienen los precios pero cuando se inicie la comercialización en noviembre, la versión de acceso será más barata que antes por la disponibilidad de la tracción sólo a las ruedas delanteras.

Durante la toma de contacto pudimos conducir el motor diésel con caja manual y la verdad es que nos mostró un enorme cúmulo de cualidades. Es muy amplio, con un buen maletero. Sus acabados son de primer nivel y el motor de 150 CV nos permite muy buenos cruceros. Los 350 Nm de par a 2.000 rpm dan para mucho en materia de elasticidad y empuje a bajas revoluciones.  Es también muy confortable, aunque el ruido de rodadura sea en algunos momentos excesivo.

De todas formas, y a pesar de las bondades demostradas nos falta una pieza fundamental en el puzle, el precio, del que dependerá en parte la competitividad de esta Honda, que tiene de base un excelente atractivo.

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Francis

Autor: Francis

Periodista especializado en temas del motor. Novedades, tecnología, seguridad vial y pruebas de nuevos modelos.

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