Lerma

El legado del duque

Situada a 40 kilómetros al sur de la capital burgalesa, Lerma es el escenario perfecto para disfrutar una escapada donde el buen comer y la tranquilidad son los factores que vamos buscando. La historia de esta villa cuyo pasado se remonta a culturas prerromanas, va unida de forma inevitable a Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma. Gracias a su poderío conseguido por el beneplácito del rey Felipe III, osó en convertir su pueblo natal en la Corte de Recreo de la realeza. Para ello contrató los arquitectos más importantes de la época. El resultado de aquella obsesión por mostrar todo su poderío y riqueza son las maravillosas construcciones que han llegado hasta nuestros días.

Un recorrido por la turística villa de Lerma podemos iniciarla entrando al recinto histórico a través del Arco de la Cárcel. Se trata de la única puerta que ha llegado hasta nuestros días de las cuatro que poseía la antigua muralla medieval. Nada más cruzarla nos encontramos con la calle del Tercio que nos llevará hasta nuestra primera parada, la Ex – Colegiata de San Pedro. Obra del siglo XVII realizada por el arquitecto carmelita Fray Alberto de la Madre de Dios.

Exteriormente destaca su fachada típica herreriana y en su interior no debes perderte su bello retablo mayor, de estilo barroco, la estatua orante del Arzobispo de Sevilla, tío del Duque y la preciosa mesa regalada por el Papa Paulo V que se encuentra en la sacristía. Al salir por la Calle de San Pedro nos cruzamos con la Calle Mayor y  subiendo por ella llegamos hasta la Plaza Mayor, nuestra segunda parada. Es una plaza típicamente castellana y en ella se encuentra el edificio más emblemático de la villa, el Palacio Ducal. Hoy en día realiza funciones de hotel perteneciente a Paradores.

Según cuenta la historia, el Duque lo mandó construir sobre los cimientos del antiguo castillo del siglo X. Su trazado se debe al genial Francisco de Mora y fue frecuentado por toda la nobleza de su tiempo así como por los escritores más famosos del Siglo de Oro, Lope de Vega, Góngora. A unos metros se encuentra la Plaza de San Blas donde podremos visitar el Convento. Se dice que de todas las construcciones que realizó el Duque de Lerma, esta fue la que más orgullo le proporcionó.

Hoy en día está habitado por las monjas Dominicas de clausura y realizan vistosos trabajos de cerámica pintada a mano. Para poder acceder a su interior es necesario haber concertado visita con la Oficina de Turismo. Volviendo tras nuestros pasos nos dirigimos por la calle Audiencia hacia la Plaza de Santa Clara. En ella nos encontramos ante el sepulcro de otro de los personajes famosos de la villa, “El Cura Merino”. Fue el inventor de la “guerra de guerrillas” durante la guerra de Independencia francesa. Napoleón llegó a decir “prefiero la cabeza de ese cura a la conquista de cinco ciudades españolas”.

Donde dormir
Parador de Lerma
. Plaza. Mayor, 1. Tlf: 947 177 110.  Con su aspecto escurialense en el exterior, su interior nos sorprende. Instalaciones modernas sin desentonar el espacio que ocupan. Dispone de 70 habitaciones y algunas con unas vistas estupendas. Precio habitación doble desde 110 €.

 

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Redacción

Autor: Redacción

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