Seat Ibiza 5p 1.6 TDI CR 105 CV Style

Si algo funciona, para que cambiarlo. Esta es una afirmación que no rige para el especial mundo del automóvil. Por eso Seat ha cambiado un poco el estilo del Seat Ibiza. Ha modificado texturas y acabados para el interior, pero mantiene invariadas las virtudes que le han convertido en uno de los líderes de ventas en nuestro país.

Según por donde lo veamos por primera vez,  podemos sacar la impresión de que estamos ante el anterior y de que nada ha cambiado. Por ejemplo, visto de perfil, los trazos son prácticamente idénticos.  Sólo cuando lo vemos de frente, nos damos cuenta de que se ha modificado las principales pautas de su diseño, ya que incorpora nuevos grupos ópticos,  con luces de día según versiones, diferentes paragolpes y , sobre todo, una rejilla más grande y que va a servir de futura identificación para toda la gama del constructor español.  En definitiva, cambios de matiz para poder decir que estamos ante un nuevo Ibiza.

En el interior cambia menos todavía. Se modifican algunos detalles. Por ejemplo, la uniformidad del tono del salpicadero le proporciona una mejor calidad visual, aunque mantiene el plástico duro de la zona superior.  En el debe nosotros situamos el aspecto de los tiradores de puerta interiores, pero en general, el nivel es bastante alto y en línea con todos los vehículos rivales.

Unos buenos asientos, con tapizado excelente que aúna un buen tacto y mejor resistencia, completan los cambios más relevantes, que como hemos comentado son más de matiz, pero que sirven para elevar la nota final, ya de por sí elevada.  Todo lo que cambia en el Seat Ibiza vemos que ha sido una oportunidad de reafirmar más la nota, más que conseguir incrementar el notable que ya obtenía la anterior generación.

Algo similar reza para su dinamismo, aunque para este no se ha creído oportuno establecer cambios. La versión elegida para la prueba , creemos que es la más interesante de la gama. No es ni mucho menos la más barata, pero de la variada oferta el motor TDI de 105 CV con la carrocería de 5 puertas  y el acabado  Style , nos han parecido que son la combinación de variables que nos permite obtener la mejor solución a la ecuación. Es un buen ciudadano, pero no le falta nunca resuello para realizar viajes con innegable soltura.

Anda mucho, consume poco

El motor de 1.6 litros con 105 CV  se muestra verdaderamente impresionante. Bien abajo, mejor a altas revoluciones, tiene un  rango de utilización muy amplio y una entre muy firma de potencia. Además no suena en exceso y , sobre todo, se muestra muy parco en los consumos. Nunca hemos llegado a los 6 litros de consumo,  manteniéndonos casi siempre muy cerca de los 5,5, lo que se convierte en un dato muy interesante.

Sólo tiene 5 relaciones, y a buen seguro, soportaría una caja de cambios con una marcha extra, aunque esta fuera de desahogo para circular a las velocidades legales sí, pero con el motor mucho más bajo de revoluciones, lo que se traduciría incluso en mejores consumos finales. A su comportamiento tampoco se le pueden poner pegas. Muy fácil de conducir, se muestra intuitivo, sin falsas informaciones de la dirección y un balanceo mu contenido. Como todos los Seat, se apuesta por la suspensión algo rígida, pero nada que en buena carretera no se disfrute incluso.

Los cambios son pequeños, pero se mantiene las buenas condiciones para que este nuevo Ibiza siga manteniéndose en la cresta de la ola de las ventas, aunque la ola sea en estos momentos  casi la que podemos producir en una bañera.