Uclés

El Escorial manchego

Uclés no es un pueblo cualquiera, uno más entre los muchos que se ocultan por las carreteras secundarias manchegas. Este pueblo, casi al borde de la concurrida autovía A-3, a menos de cien kilómetros de Madrid, fue en otro tiempo la sede principal de las órdenes militares de San Juan y de Santiago, un lugar estratégico en el que se escribieron importantes páginas de la historia de la Reconquista. Hoy la historia pasa de largo y hay que desviarse por unos kilómetros de esa autovía por la que todo el mundo pasa rápidamente. Le aseguramos que el desvío merece la pena: en el primer recodo del camino ya se adivina al fondo un sorprendente e inmenso monasterio, casi desproporcionado en sus dimensiones para lo que ahora es poco más que un pueblecito.

El monasterio nos recuerda algo. ¿El Escorial? Podría ser, por sus dimensiones, sus líneas sobrias y sus chapiteles de pizarra negra…Pero no. De lo que nos suena realmente es de un anuncio espectacular de hace unos años en el que una serie de futbolistas famosos jugaban con el balón entre sus arcadas. El Monasterio de Uclés, de proporciones escurialenses, fue nada menos que la sede nacional de la Orden de Santiago. Tal y como hoy lo contemplamos, se comenzó a construir en 1529 durante el reinado de Carlos I, y se terminó en 1735, bajo el reinado de Felipe V. Se levantó sobre parte de la antigua fortaleza árabe, uno de cuyos lienzos todavía se conserva como parte del monasterio. El otro “monumento imprescindible” de Uclés es la Casa-Palacio, situada en pleno centro histórico de Uclés. Esta casa, que fue construida en 1546 se ha convertido en un coqueto hotelito rural con encanto gracias a los sabios trabajos de María del Carmen Guijarro. Al entrar en su patio podemos sentirnos como muchos hombres ilustres que se alojaron en otros tiempos, como el propio Alonso de Ercilla, aunque ahora nos corresponde a nosotros “el honor de compartir muros”.  El resto del pueblo, se ve rápidamente. En el paseo encontraremos una puerta medieval, la puerta del agua, que es la única que queda en la vieja muralla, presidida por un escudo borbónico. También contemplaremos antiguas casas nobles con blasones familiares y edificios civiles como el antiguo Pósco municipal del siglo XVI o religiosos, como la Ermita de las Angustias. Son las mismas calles que pisaron escritores como Quevedo, Alonso de Ercilla y el mismísimo Jorge Manrique, que hoy descansa bajo el edificio del Monasterio de Uclés, junto a su padre, aquel al que dedicó sus famosas coplas (“Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte…).

Donde dormir
Casa Palacio de Uclés.
www.lacasapalacio.com. Cl. Angustias, 2. Tlf: 969 135 065. El hotel emblemático del pueblo, un lugar con encanto para parar unos días, hacer noche o simplemente pararse a disfrutar de su buen restaurante. Como visita turística, también merece la pena. Dispone de 4 exclusivas habitaciones. Precio habitación doble desde 120 €.

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Redacción

Autor: Redacción

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