Olivenza

Pueblo de frontera

Olivenza, como otras poblaciones de suroeste de Badajoz, es una de estas villas que nunca ha sabido muy bien a qué lado de la Raya está porque a lo largo de su historia ha pasado varias veces de una mano a otra. Está justo en la frontera a sólo 24 kilómetros de Portugal y es el mejor ejemplo de cómo pueden confluir dos culturas, con muchos rasgos en común. Aquí se combina su pasado portugués, con otros rasgos típicamente españoles. El manuelino se da la mano con edificios tan hispanos como la iglesia de la Magdalena.

Llegamos a la villa después de atravesar extensas dehesas de encinares y alcornocales.. Olivenza es muy fácil de visitar porque todo está a mano y no hay que buscar mucho para encontrar rincones deliciosos. La huella portuguesa es evidente, sobre todo porque la presencia implacable de los españoles, al otro lado de la incierta frontera, y más tarde de los portugueses, obligó a levantar edificaciones fortificadas para proteger a la población. Lo más destacable del conjunto son estas murallas medievales, levantadas en torno a 1300 sobre los cimientos de una antigua cerca templaria. Hoy contemplamos sus cuatro puertas y un alcázar con imponente torre del homenaje que se alza en una de las esquinas del recinto medieval. Fue mandada levantar por Juan II de Portugal en el siglo XV. Está abierta y allí vamos para encontrarnos un Museo Etnográfico Extremeño González Santana  instalado en lo que fuera panadería del Rey, anexo al castillo, con piezas que reproducen ambientes, arte sacro, historia comarcal, y otros asuntos de interés turístico.

Nuestra siguiente visita es la cercana y majestuosa iglesia de Santa María del Castillo, del siglo XVI y XVII  y construida sobre otra anterior del siglo XIII. Para ver manuelino, el más genuino estilo portugués, seguimos la visita hasta la iglesia de la Magdalena, uno de los mejores ejemplos de arte religioso de la península ibérica del siglo XVI, con un mobiliario extraordinario, retablos y un magnífico órgano. Lo más llamativo son sus columnas retorcidas, de mármol, de un estilo manuelino delicioso También veremos rasgos manuelinos en el Ayuntamiento que ocupa el antiguo palacio de los Duques de Cadaval, o los llamados pasos, que son capillas que encontramos diseminadas por la ciudad, con pequeños altares adornados de azulejos, como los que hay en toda Portugal y Brasil. Representan el Vía Crucis y en Semana Santa las procesiones paran en estos pasos. Otra evocación lusa la encontramos poco más adelante en la capilla de la Casa de la Misericordia.

Donde dormir
Hotel Palacio Arteaga
Cl. Moreno Nieto, 5. Tlf: 924 491 129, en pleno centro de Olivenza, junto a la Plaza del Ayuntamiento. Posiblemente el mejor hotel de la ciudad. Dispone de 19 habitaciones. Precio habitación doble desde 70 €.

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Redacción

Autor: Redacción

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