Uno de los aspectos que más se han tenido en cuenta en el desarrollo del monovolumen Ford B-Max ha sido todo lo que tiene que ver con la seguridad. Desde el diseño de la estructura, las formas del frontal para proteger a los peatones, o el equipamiento del vehículo, la seguridad ha sido uno de los aspectos prioritarios. La estructura está formada por aceros de alta resistencia, mientras que el capó adopta formas para evitar que la cabeza de los peatones en caso de atropello impacte sobre zonas duras.
Además, dispone de siete airbags y del sistema Active City Stop, que ayuda a evitar colisiones en ciudad a baja velocidad. Es el primer Ford que adopta el Sistema de Asistencia de Emergencia. Este realiza una llamada de auxilio automática en caso de accidente. La ayuda al arranque en pendientes se presenta también como un elemento muy útil y que sirve para mejorar la seguridad.
