El Porsche Boxster nunca había experimentado un cambio tan radical como el que ahora se produce. Su carrocería es totalmente nueva, pero sobre todo, ésta y toda la estructura, han sido diseñadas para conseguir la mayor ligereza. Con esta sana intención de adelgazar se consiguen dos objetivos. El primero, reducir los consumos. El segundo, aumentar de forma muy notable el dinamismo, ya que al final, la relación peso potencia resulta más favorable.
Esta nueva generación presenta una mayor distancia entre ejes y una mayor anchura de vías, llantas más ligeras y dirección electromecánica; todo también para contribuir en gran medida a mejorar su dinamismo y eficiencia. Según la marca han conseguido en sus cifras homologadas menos de ocho litros de combustible a los 100 km.
La carrocería esconde bajo su capota de lona eléctrica un interior más habitable y mucho más refinado, destacando, lo mismo que en todos los Porsche de nuevo cuño, la consola central inclinada que se desplaza hacia atrás separando claramente los dos asientos.
El Boxster tendrá como es ya habitual las dos versiones Boxster y Boxster S, ambas con el motor seis cilindros apuestos. El modelo básico se animará por la versión de 2.7 litros, ahora con 265 CV, diez más que el anterior. Para el Boxster S se emplea el mismo motor, pero con 3,4 litros y 315 CV.
De serie llevan cajas de cambio manuales de 6 relaciones, contando opcionalmente con el cambio PDK de 7. Para el Boxster se anuncian unos consumos de 7,7 litros, mientras que en la versión S, el consumo medio se sitúa justo en los 8 litros. Está previsto lanzarlo el próximo 14 de abril. En España los precios básicos serán de 52.879 euros para el Boxster y 67.135 euros para la versión S más potente.
