Colores de Bahamas

Caribe en estado puro

Azul y más azul. Después de una tormenta de verano, el fondo de escenario es más irreal. Bahamas es el país de los colores intensos. Su bandera refleja su espíritu. El amarillo del sol, el azul del mar y el negro de su población. Son 700 islas, aparentemente perdidas en la inmensidad del Atlántico, que conforman un país conocido como Bahamas. Sólo su nombre, ya refleja otra forma de entender la vida.

Parece que una mano mágica dispuso estas islas como antesala de las otras islas del Caribe o del gran estado de la Florida. Bahamas es un abanico de colores que abarcan toda la gama. Los colores de la calle asaltan al turista. En Bahamas, la sobriedad puritana de los colonos ingleses parece haber desaparecido.

Estas islas caribeñas a las que llegó Cristóbal Colón hace más de cinco siglos, han sido colonia británica hasta los años setenta. El toque British se hace evidente. El recuerdo de su pasado colonial se prolonga en sus calesas, en su conducción por la izquierda, en su pasión por la navegación y en su orgulloso pasado pirata.

La vida parece necesitar de estos colores alegres y exóticos, que van desde los tonos intensos verdosos de sus jardines tropicales a las telas rojizas usadas como cortinas. Colores intensos como las vallas que delimitan las casas en Hope Island o Great Guana Cay. Sus habitantes también participan de esa intensidad con una vida vinculada al placer.

En su piel, predominan los tonos oscuros de su población de origen africano, traída como esclavos en la época colonial. En la calle, sus rasgos se mezclan con los pálidos tonos de los anglosajones residentes y los casi infinitos tonos intermedios de mulatos. Los turistas son otra cosa.

Pero hay más colores. Está el verde radiante de su jardines, como el Garden of the Groves de la isla de Gran Bahama, un exuberante vergel con más de cinco mil especies de plantas exóticas traídas de todos los lugares del mundo. Arriba, el azul intenso del cielo; abajo, ese verde pradera, que habla de la calidad del servicio. Entre ambos ese tono verdiazulado irreal de sus aguas…

Más abajo, los corales de todos los colores que con frecuencia cubren viejas embarcaciones que naufragaron hace tiempo. El paraíso submarino, tan irreal en una primera inmersión, se carga de reflejos metálicos, o de formaciones infinitas de peces que se acercan hasta nuestra bombona de oxígeno.

¿Más color? El de las luces de los casinos de Nassau, una ciudad que mezcla la vida moderna con la arquitectura tradicional y colonial. Esta pequeña ciudad situada al norte de la isla de Nueva Providencia fue colonia británica hasta 1973. Su puerto, ahora uno de los rincones más chic del planeta, fue durante siglos el refugio preferido de los piratas que desde allí atracaban a la flota española que volvía a Europa cargada de oro y plata.

Más información:

Webs relacionadas:
www.bahamasturismo.es

Hotel Recomendado
Coral Sands Resort

Línea aérea..
La combinación más sencilla desde España es vía Florida, en  compañías como Iberia, British Airways  o American Airlines.

Secreto:
Los atardeceres que se contemplan desde alguna de las habitaciones del hotel Paradise Island son las escusa perfecta para disfrutar de Bahamas en estado puro.

 

 

 

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Redacción

Autor: Redacción

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