Acaba de abrir sus puertas el observatorio de la Torre de Shanghái, el más alto del mundo. Desde el piso 118 del llamado “Top of Shanghai” los turistas podrán disfrutar de una vista panorámica de la ciudad a través de grandes paneles de cristal. Para subir a sus 546 metros de altura se tarda menos de un minuto, gracias a unos ascensores de alta velocidad.
Shanghái, ciudad portuaria situada en la desembocadura del río Huangpu, capital financiera de China, urbe del vicio y la decadencia colonial durante los años 20 y 30, cuna del comunismo y de la revolución cultural, añade un atractivo más a oferta turística.
La Torre de Shanghái se alza en el corazón del distrito financiero. Foto: EFE
El observatorio, que ya fue abierto previamente durante una temporada de prueba, tiene 1.000 metros cuadrados y sus visitantes tendrán que pagar una entrada de 180 yuanes (unos 24 euros, 28 dólares) y poder así subir en uno de los tres ascensores de alta velocidad que llegan arriba en apenas un minuto.
El Observatorio de Shanghái está ubicado en la segunda torre más alta del mundo. Foto: EFE/José Alvarez
La torre, de 632 metros y 137 pisos, es el edificio más alto de China y el segundo del mundo superado sólo por el Burj Khalifa de Dubai con 828 metros.
Aunque aún no se ha abierto completamente, el edificio tiene una superficie construida de 530.000 metros cuadrados y cuenta con oficinas, tiendas, restaurantes y un hotel.
Vista nocturna desde el Observatorio de la Torre de Shanghái. Foto:EFE
Diseñado por el estadounidense Marshall Strabala, ya es una de las señas de identidad de Shanghái y es el tercero de los tres edificios que el gobierno municipal planeó construir en 1995 en el corazón de Lujiazui, su actual distrito financiero. EFE
