No se puede adivinar el futuro del automóvil a largo plazo por la cantidad de variables que juegan en esta ecuación. Pero lo que es seguro ya es que llegarán muchos más modelos como el Mitsubishi Outlander PHEV.
Mitsubishi ha dado otro paso hacia delante en materia de eficiencia con este Outlander PHEV. Esta segunda generación ha mejorado muchos de sus elementos, añadiendo un diseño nuevo en algunos aspectos, pero sobre todo representa un avance importante en lo que se refiere a calidad percibida, con nuevos materiales y una posición comercial mucho más competitiva.
Su estilo es muy atractivo, tiene la combinación perfecta entre acabados llamativos, plásticos negros y cromados, con un resultado final muy conjuntado, al que añade un nuevo diseño del frontal y la zaga. Estéticamente, y en el color blanco de la unidad de pruebas, la sensación de calidad está muy presente.
De puertas para adentro las cosas han mejorado aún más. Con todo el equipamiento de serie que lleva, la impresión es muy buena. Excelentes asientos tapizados en piel, muy buena habitabilidad, lógica en un coche que mide 4,70 prácticamente, un maletero muy regular con 500 litros de capacidad, convierten al Outlander en un modelo al que pocos peros hay que ponerle.
Nos ha llamado mucho la atención la cantidad de información que recibe el conductor. Casi abruma y muchas veces es difícil acceder a la que deseamos. De todas formas es un problema que se puede solucionar sin muchos problemas leyendo detenidamente el libro de instrucciones, lo que no siempre hacemos. Es fundamental para familiarizarnos con la faceta híbrida enchufable, que requiere un cambio en la forma de conducir si es que deseamos obtener el máximo rendimiento a esta faceta del vehículo.
Tecnología útil y eficiente
Sin embargo es cuando nos empezamos a mover cuando notamos las enormes diferencias con cualquier vehículo convencional. No arranca de la misma forma. Lleva arranque por botón, pero después de una pulsación se enciende el cuadro pero no notamos ningún otro cambio. El coche nos indica que está preparado y nos invita a iniciar la marcha quitando el freno de mano y colocando la pequeña palanca de cambios en la posición “D” que sin embargo puede que no sea la marca habitual. A partir de ahí, y actuando sobre el pedal del acelerador iniciamos la marca de una forma llamativamente silenciosa.
Si tenemos las baterías cargadas, recorreremos hasta 50 km como máximo, en las mejores condiciones posibles y lo haremos de una forma completamente limpia y muy económica. Como hemos dejado entrever, esta autonomía depende de muchos factores. La orografía disminuirá la distancia. Nuestra conducción también, si rodamos deprisa por autopista por ejemplo. Por lo tanto debemos tener en cuenta que esta no es una distancia fija, como tampoco lo es la distancia que podemos recorrer, por ejemplo, con cinco litros de combustible en un vehículo convencional.
Lo que sucede es que nosotros también podemos recargar el depósito, lo que no se puede realizaren un coche alimentado por derivados del petróleo. En el caso del Outlander PHEV, bien mediante la palanca de cambios, o mediante las levas en el volante, podemos elegir hasta seis programas de funcionamiento en la rejilla B. Es una forma de simular el freno motor. De esta forma, cuando tengamos que reducir la velocidad, o queramos descender una rampa sin que el vehículo tome más velocidad, podemos elegir una de estas relaciones y lo que conseguimos, al margen de retener el vehículo o perder velocidad al llegar a un semáforo, el sistema se encarga de redirigir esa energía que estamos generando a las baterías, con lo que se puede ganar o mantener carga y en definitiva aumentar la autonomía.
Este funcionamiento económico parece que se nos sugiere, por lo que no es extraño que nos convirtamos, casi sin quererlo, en conductores más eficientes y ecológicos. Este es quizás el mejor cambio que casi inconscientemente nos sugiere y aceptamos del Outlander. También podemos elegir la opción de cuatro ruedas motrices, pero después de probar la nieve, lo mejor es plantearnos como primera medida el cambio de neumáticos por unos de invierno, o simplemente ponerle cadenas.
Cuando se acaban las baterías, el coche pasa automáticamente a modo térmico. Sin embargo el coche casi siempre iniciará la marca en modo eléctrico, porque las baterías tendrán el remanente necesario para hacerlo, y se recargaran siempre para tener esta capacidad de arranque eficiente. Los resultados con el motor térmico también son buenos, aunque en carreteras viradas, puertas de montaña, o con la orografía en contra, tendremos la sensación notable de que el motor gira a un régimen y el coche no responde con la velocidad proporcional. Hay que mencionar que el motor térmico no tiene actuación directa sobre las ruedas como en otros hibridos enchufables. Se encarga de mover un generador que recarga baterías para que el motor eléctrico siga moviendo las ruedas. En carreteras abiertas el confort de marcha es muy elevado y el motor térmico se comporta muy bien, con un correcto consumo, aunque no hay que olvidar que el motor eléctrico, en cuanto pueda vendrá en nuestra ayuda. Este confort de marcha se ve también afianzado por el comportamiento de las suspensiones, que podrían haber reducido algo más el balanceo, pero que en general nos proporcionan una estabilidad muy elevada. Una completa retahíla de sistemas de seguridad contribuyen a conseguir también los mejores niveles en este sentido.
Para terminar, el Mitsubishi Outlander PHEV tiene un precio pensamos que imbatible. Es incluso más barato que la versión diésel. Por 35.020 euros con todos los descuentos disfrutaremos de un vehículo avanzado técnicamente, pero al que no le falta ningún elemento de equipamiento, es más lleva un nivel de primera división en cualquiera de los aspectos en los que queramos compararlo con la competencia más convencional.
Ficha Técnica
Motor
Nº Cilindros: 4 en línea
Cilindrada: 1.998cm3
Tipo de combustible: Gasolina
Potencia: 121 CV a 4.500 rpm
Par máximo: 190 Nm a 4.500 rpm
Motor eléctrico: 2, de 82 CV
Cambio: Automática de 1 relación
Neumáticos: 225/55 R 18
Carrocería
Nº de plazas: 5
Peso en vacío: 1.920 kg
Depósito de combustible: 45 litros
Largo/Ancho/Alto: 4.695/1.800/1.710 mm
Vía delantera/trasera: 1.540/1.540 mm
Distancia entre ejes: 2.670 mm
Capacidad del maletero: 498 dm3
Prestaciones
Velocidad máxima: 170 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 11,0 s
Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: -/1,8/- l/100 km
Emisiones: 42
PRECIO: 35.020 euros
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