Cartagena, historia, mar y gastronomía

Ciudad púnica, romana, militar y modernista, Cartagena tiene más de tres mil años de historia marcada por el Mar Mediterráneo que la baña, por su puerto y por unos tesoros naturales, culturales y gastronómicos que la conforman como una de las joyas del Levante español.

th_c34ce7d0a9924e1e70c4be0b1d166dc8_49700_5Ciudad de tesoros, unas veces excavados en la tierra, otras al aire libre y algunos sumergidos bajos su aguas, Cartagena (Murcia) es una urbe abierta con una historiaque proviene de los cartagineses, doscientos años antes de Cristo, y que conoció su apogeo gracias a los romanos, quienes la bautizaron como Cartago Nova.

Gracias a su situación geográfica estratégica, hace dos mil años se convirtió en uno de los principales puertos del Imperio y, hoy en día, su enorme patrimonio cultural e histórico sigue siendo de especial relevancia a la hora de mostrarse a los visitantes. Además, posee una gran riqueza minera, con minas de plomo y plata, y unas aguas de una riqueza marina extraordinaria.

Para el bloguero especialista en viajes, José Luis Sarralde, entrevistado por Efe, “quien llega a la ciudad descubre que es muy luminosa, con unos jardines y unas murallas que conforman un magnífico mirador al mar, y con un centro histórico que se extiende al pie de la colina del castillo, casi todo peatonal”, con un centro histórico en el que esperan al turista edificios de arquitectura modernista, como el Casino o el Gran Hotel.

 

Joyas arqueológicas

Aunque las joyas arqueológicas de Cartagena descansan en el Imperio Romano, a la entrada de la ciudad existe uno de los escasos yacimientos púnicos de la Península Ibérica, la Muralla Púnica, que se levantó en siglo III a. C. y que es el origen de esta urbe.

Pero entre sus más preciados tesoros está, sin duda, su Teatro Romano, con capacidad para 6.000 espectadores, que data del siglo I antes de Cristo y que se interpreta al visitante desde el museo sobre este monumento, que fue diseñado por el arquitecto español Rafael Moneo.

 

Tras conocer el Teatro Romano, se puede visitar el Barrio del Foro Romano, que está ubicado al pie de una de las colinas de la ciudad, el Molinete: “En los últimos años se han hallado numerosos restos arqueológicos de una manzana de la antigua ciudad romana, y desde marzo de 2012 se pueden visitar”, comenta Sarralde. En él, también se nos ofrece un complejo termal del siglo I d.C. y un edificio destinado a celebrar banquetes de carácter religioso.

Forma parte de un yacimiento de 4.000 metros cuadrados de superficie, que lo convierten en el parque arqueológico urbano más grande de España, y en el que se aprecian el Augusteum, sede de culto al Emperador Augusto. donde estaba ubicado el antiguo Foro, centro político, económico y religioso, y la casa Fortuna, un “domus” clásico de una familia pudiente romana que fue hallado en el año 2000.Fiestas del fuego sagrado con un grupo de participantes en las gradas del Teatro Romano de la ciudad de Cartagena. Foto:Ayuntamiento de Cartagena

Ruta modernista

Otra ruta de interés por el casco antiguo es la denominada modernista, que incluye varios edificios de ese estilo arquitectónico y que incluyen la estación de Ferrocarril, la Casa Aguirre, sede actual del Museo Regional de Arte Moderno, la casa Maestre, un inmueble que recuerda descaradamente al insigne Antonio Gaudí, el Casino, el Gran Hotel o el Palacio Consistorial.

Pero otro de los referentes de la urbe murciana es su arquitectura defensiva, de cara a la costa mediterránea, “yo recomiendo un viaje por la bahía, que dura unos 45 minutos, donde se descubre la importancia que ha tenido a lo largo de la historia. Allí se contempla un cañón defensivo que tiene un alcance de 35 kilómetros”, indica el bloguero.

Pero en Cartagena no todo está a vista de tierra, porque bajo sus aguas también existe un patrimonio digno de mención. En el Museo de Arqueología Subacuática (Arqua) pueden apreciarse restos de las embarcaciones, como los pecios romanos de la Isla de Escombreras o monedas de oro y plata recuperadas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.

También bajo el mar se desliza el submarino. Precisamente fue un cartagenero científico, marino y militar español, Isaac Peral, quien lo desarrolló como arma militar al diseñar el submarino torpedero, del que existe una réplica en el museo Naval de la ciudad.

Submarino de Isaac Peral expuesto en el Museo Naval de Cartagena. Foto: Ayuntamiento de Cartagena

 

En sus costas también existen joyas naturales de innegable valía, como el Parque Natural de Calblanque y uno de los templos del buceo, como es la Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas, con casi 1.900 hectáreas y praderas oceánicas en un excelente estado de conservación.

49700_4Según la Fundación Cousteau, es el mejor lugar del Mediterráneo para la práctica del submarinismo, por la rica biodiversidad de sus poblaciones de flora y fauna y la espectacularidad de los restos de naufragios como los del Sirio, el Minerva y el Nord America.

Pero no solo de belleza se vive, y para el descanso del turista, nada como sugastronomía. Entre sus pescados destacan el mero, la dorada, el dentón o el mújol. Todos se pueden degustar de diversas maneras, pero a la brasa, a la sal, o al horno, son de las más sabrosas.

También son muy recomendables sus salazones y arroces, especialmente el arroz caldero, típico entre los pescadores, resultado de cocer arroz en caldo de pescado y acompañarlo de ajoaceite. Para los postres es obligado saborear un “asiático”: café, leche condensada, coñac y canela, servido en una peculiar copa.

Historia, belleza, clima y gastronomía, en un destino en el que el Mediterráneo saluda al visitante.

Publicación original: JOAQUÍN MÉNDEZ ROSA/EFE

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Redacción

Autor: Redacción

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